lunes, 1 de octubre de 2007

LOS MAPAS MENTALES Y LA SEXUALIDAD EN EL PREESCOLAR

La educación, a través de la historia, ha sido considerada como el recurso más idóneo y el eje rector de todo desarrollo y renovación social. Hoy más que nunca, la profesión de la docencia enfrenta diversos retos y demandas ante los adelantos de la información y de los cambios sociales. Por lo que resulta un clamor social que la función del docente avance más allá de la mera transmisión automática del conocimiento, y es mediante el proceso educativo, es decir en el acto de educar, el cual implica interacciones muy complejas, las cuales involucran aspectos simbólicos, afectivos, sociales y comunicativos, entre otros es que se facilita positivamente a otros a aprender, pensar, sentir, actuar, imaginar, crear y desarrollarse como persona.

En este contexto, la educación inicial tiene como propósito fundamental contribuir a la formación integral del niño y niña, mucho antes de su ingreso al preescolar, por lo tanto, es imprescindible que en los primeros años de vida se tenga presente que los refuerzos afectivos, sociales, de valoración, y consolidación de su personalidad, son fundamentales; dentro de un contexto de confianza, comunicación, amistad, respeto, tomando en cuenta que no todos/as los niños o niñas son iguales y que cada uno/a tiene sus propias vivencias, que le acompañan en cada momento de su vida; así las experiencias que adquiere, tanto en el hogar como en el preescolar, le ayudan en la conformación de un modelo de comportamiento. De allí, la gran importancia que tienen sus primeras experiencias de aprendizaje.

Desde esta perspectiva, el Ministerio de Educación y Deportes (2005) ha propuesto un currículum para el nivel inicial adaptado a los diferentes contextos económicos, sociales y culturales, fundamentado en una educación para incidir en elementos claves como el afecto, la alimentación, la higiene, la atención médica, la estimulación adecuada, atención pedagógica y psicológica; en la cual se contemple la revalorización de los aspectos éticos y culturales.

Esto significa un currículo que va más allá de ser centrado en el niño/a y en sus necesidades, para interesarse en el desarrollo del individuo como persona, pero también como sujeto social que se ubica dentro de una cultura determinada y que participa desde su diversidad, lo que lleva implícito una concepción educativa que se preocupa por el niño y la niña con una visión humanista y holística, procurando un desarrollo humano armonioso, orientado al logro de un pleno desarrollo.

Desde este contexto, una de las áreas que hoy por hoy está demandando mejor atención, por parte de los que facilitan procesos de aprendizajes, es la educación sexual, por los diversos aspectos que involucra, como la necesidad de interacción temprana que permita reducir riesgos que afecten tanto la salud, como lo afectivo y psicológico, de allí que tal como lo señala Sánchez (2005:7) “la sexualidad es “un proceso que forma parte de la identidad de las personas y que se va construyendo a lo largo de la vida” (p.8)

Por ende, la educación sexual debe constituirse en un medio para la consecución del máximo bienestar posible en este campo. Para ello, es muy importante que se cuestionen mitos, prejuicios y tabúes, que se recojan y amplíen los saberes y experiencias de los niños(as) en torno a su cuerpo y a su sexualidad, y que se les brinde herramientas adecuadas para promover su autonomía y su autodeterminación, especialmente en lo relacionado con los modelos de género y de identidad.

En el marco de esta nueva concepción, se abandona la consideración de la sexualidad como una dimensión exclusivamente ligada a lo biológico y lo reproductivo, y se comienza a visualizar la importancia de los fenómenos sociales, económicos, afectivos, culturales, psicológicos y políticos implicados en la construcción de la sexualidad. Consideración que debe tomarse en cuenta para incorporarla a la Educación Inicial, porque desde tiempos remotos se ha visto como tema tabú.

Esta temática relacionada con la sexualidad infantil debe ser bien enfocada por los docentes, con estrategias innovadoras y adecuadas, por cuanto es, a quienes les corresponde directamente continuar con la formación que niños y niñas traen del hogar, para lo cual deben poseer conocimientos suficientes acerca de la sexualidad a fin de despejar y canalizar dudas y comportamientos, asumir una actitud flexible, abierta y empática; y ser un ejemplo de conducta sexual responsable y sana que favorezca la adquisición de aprendizajes significativos.

No obstante, se hace notorio según Gómez (2000:36), “un manejo inexacto de los contenidos programáticos y estrategias fundamentales por parte de los docentes. Situación que contribuye a fijar una imagen no madura de la sexualidad”. Lo que lleva a afirmar que se ha tratado de forma equivocada.
Al respecto, Méndez (2002:69) enfatizó que los docentes poseen escasos conocimientos relacionados con la sexualidad infantil y las estrategias mas pertinentes para abordarla, lo que puede ser considerado como una limitante para mediar la educación sexual de niños(as) y promover el desarrollo pleno de la sexualidad como manifestación de la personalidad.

De acuerdo a este autor uno de los problemas que vienen presentando los (as) docentes de educación preescolar es su desinformación y la escasa utilización de estrategias orientadas a propiciar en los niños (as) una formación significativa en materia de sexualidad.

En este contexto, es importante el uso de una metodología con estrategias didácticas de enseñanza por parte del docente, para facilitar la educación sexual de niños(as) del nivel inicial; por lo que cabe considerar la utilización de mapas mentales como una manera de representar los pensamientos asociados con símbolos. La mente forma asociaciones casi instantáneamente, y el mapa permite que se escriban las ideas más rápidas que se expresan utilizando sólo palabras o frases para tal fin, como señala Branger (2000:5):

Un mapa mental es la expresión gráfica de los patrones naturales del sistema más asombroso de la naturaleza humana. Los mapas mentales contribuyen a aumentar su capacidad para estudiar y aprender mejor y más rápidamente. Son ideales para los procesos de pensamiento creativo. De esta forma se evidencia que, la utilización de mapas mentales como una estrategia para canalizar los aprendizajes de la educación sexual es una herramienta adecuada, porque va en consonancia con el funcionamiento cerebral, con la naturaleza misma; lo que va a permitir que los niños(as) puedan captar con mayor facilidad los contenidos e ideas que se le ofrecen al respecto. Los mapas mentales, que de acuerdo a Pérez (2006:23) constituye una estrategia de mediación del aprendizaje que permite la posibilidad de estimular los dos hemisferios del cerebro, situación de mucha utilidad para la educación en la etapa de la vida infantil, donde el cerebro presenta características tan especiales.

La estimulación del cerebro infantil desde la más temprana edad, aprovechando su capacidad plástica para generar un mayor número de conexiones neuronales, facilita el aprendizaje de habilidades y mecanismos cognitivos. Al utilizar el mapa mental se produce un enlazamiento electro-químico entre los hemisferios cerebrales de tal forma que todas las capacidades cognitivas se concentran sobre un mismo objeto y trabajan armónicamente con un mismo propósito.

Sin embargo, en la mayoría de los centros de educación inicial, la educación sexual se ha venido abordando con estrategias de intervención pedagógica poco afortunadas, a la vez que los docentes no cuentan con las herramientas pedagógicas mínimas para ejercer su rol de mediadores de la educación sexual de niños y niñas que asisten a estas instituciones. Igualmente, el proceso de enseñanza de la educación sexual resulta poco satisfactorio; y por lo tanto se amerita la realización de actividades orientadas a solventar la problemática que se presenta en este sentido. Es así que, la situación planteada conlleva la necesidad de conocer acerca del proceso empleado por los docentes para mediar en niños y niñas la educación sexual; y por consiguiente implementar acciones conducentes a subsanar las deficiencias de la educación sexual infantil. En tal sentido, en el desarrollo de esta investigación se genera la siguiente interrogante:
¿Será posible el diseño de una propuesta, fundamentada en mapas mentales como estrategia didáctica para la educación sexual en el nivel inicial?

LOS MAPAS MENTALES